Beso – Edvard Munch

Beso   Edvard Munch

“Kiss” encarna la pasión del amor que une a dos personas. Munch representa el “deseo sexual fatal”: la imagen no pretende tanto provocar las asociaciones eróticas del espectador como convencerlo de los efectos devastadores y destructores del sexo. No vemos la boca de un hombre y una mujer, sus caras se funden en una mancha de color sin forma, causando una impresión repulsiva.

Stanislav Przybyshevsky, uno de los amigos de Munch, captó sutilmente la idea principal del artista, describiendo la imagen de la siguiente manera: “Estas son dos figuras cuyas caras se fusionan. Es imposible mirar sus rasgos: solo vemos el lugar donde se unieron. Y este lugar se parece a una oreja fea gigante”. aturdido por la presión de la sangre pulsante.

Este es un charco de sangre en el que las almas de los que se besan se están ahogando. Esto es asqueroso, aunque parece tan natural que el maestro es difícil de culpar por la excentricidad deliberada; lo más probable es que estemos tratando con su percepción subjetiva con un beso, que él comparte abiertamente y sinceramente con nosotros “.

Munch representa a una pareja amorosa en el centro de la composición, que está cerrada a la derecha por una pared de color marrón rojizo, y a la izquierda por una cortina de color azul claro, que deja entrar la luz del sol amarilla y, al mismo tiempo, separa a las figuras que se fusionan en un beso del mundo exterior. El artista logra lograr un sorprendente efecto “emocional-auditivo”: el contraste entre el silencio de la habitación y el ruido de la calle le da a la atmósfera de la imagen un toque de intimidad.

La imagen está escrita por movimientos libres y amplios del pincel. En el crepúsculo disperso de la habitación, la pareja que se besa forma un lugar plano y abstracto. Munch lidera las figuras de los personajes en un contorno oscuro: una técnica similar reúne el lienzo de pintura con el grabado en madera.

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